Olvidé quien era para hacer un trato contigo, acepté las reglas del juego. Olvidaste de ti para poder tratar conmigo, eran tus reglas.
En ese momento, me robastes el beso que tanto anhelhábamos. Ese beso lo cambió todo.
A veces creo que romperías el contrato. Sin reglas. Sólo ese momento antes del beso, después del beso, durante el beso, ¿es una sensación?
Nos miramos a los ojos, nos acercamos, nos abrazamos, nos besamos...nos amamos.
Y en ese momento sueño y te veo olvidándolo todo. Sólos tu y yo prendiendo fuego a las reglas que nos hacen esclavos...viviendo la libertad, el momento, el presente. Sensación de frescor, de montaña, de las caricias del aire sobre nuestros rostros.
Pero las reglas son para cumplir, ¿verdad?...no hay testigos, sólo tu vida, sólo la mía.
Solamente momentos buenos.
Y a veces yo soy hombre para ti y, a veces tu eres mujer para un hombre. Y ese hombre soy yo.
Si!!! Soy sólo tuyo, porque así lo he decidido. He roto con todo, porqué así lo he decidido. Te esperaré, porque así lo he decidido. Y lo he decidido mientras quede un sólo trozo de este corazón. Ahora que sigo viviendo de él, ahora que mi cerebro sigue en letargo...no lo despertaré, es demasiado racional.
Pero recuerda que ese beso que nos da libertad, nos condena a buscar los momentos para tener esa libertad. Contradictorio ¿verdad?
PEP
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