Atrévete

Habían pasado muchos días.
Te vi a lo lejos. Me acerqué tembloroso por tu reacción.
En ese momento te giraste y me viste.
Clavaste esos ojos de color miel y, esa mirada dulce fue la que dibujó el momento esperado.
Entre tu y yo un boceto de colores tranquilos y equilibrados...azul, verde.
A medida que nos acercábamos esos colores iban haciéndose más y más vivos.
La tranquilidad del momento se iba convirtiendo en pura pasión.
Los verdes y azules iban cambiando, pasando por los naranjas y amarillos hasta llegar al momento del encuentro que estalló el color del fuego.
Ese beso que encerraba la pasión encarcelada durante tiempo...los labios húmedos no podían apagar el fuego, el corazón bombeaba sangre sin parar en una alianza perfecta con el momento.
Nos vimos solos ante el mundo. No importaban los ojos, no importaban las voces, los murmullos...
Solos tu y yo, en un solo momento, en un solo cuerpo.


¿Qué es lo que no te diría? ¿Qué es lo que no haría? 
Solo tu puedes hacer que lo haga, solo tu puedes hacer que lo diga...
Encerrado en esta prisión, esperando que abras la puerta de la libertad de mi corazón...que es tu corazón.
Entonces me verás tal y como soy...y tú serás tú.


Atrévete!!! Yo haré el resto.


PEP